viernes, 6 de diciembre de 2019

Corto de ficcón: SOLOS

Memoria del proyecto




Este proyecto fue toda una experiencia, bastante sufrida, pero con un resultado que, creo yo, valió la pena.

El comienzo fue algo rocoso ya que nuestra idea original sobre alguien esperando un suceso que nunca ocurre fue descartada luego del pitch, por lo que teníamos que buscar otra idea con la que pudiéramos crear algo a partir de ella. Nuestra directora de fotografía terminó con esta historia, más climática que narrativa, sobre dos primos explorando los sentimientos que tienen por el otro. Esto probaría ser un desafío para mí ya que no sólo sería mi primera vez dirigiendo un proyecto audiovisual sino que sería mi primera vez dirigiendo una idea ajena, por lo tanto fue difícil conectarme y aportar mi impronta sobre este proyecto en un principio. Después de un par de semanas y un primer guión de parte de fotografía, finalmente el grupo pudo visualizar y comprender la intención del proyecto, acabamos teniendo una idea clara de qué estábamos buscando a la hora del rodaje.

El rodaje mismo fue bastante sufrido, ya desde un comienzo estuvimos limitados por la disponibilidad de la locación, en ambas instancias comenzamos a rodar más tarde de lo planeado y fue poco el tiempo donde todos los integrantes del grupo estaban disponibles, lo cual llevó a que algunos planos, en especial en la segunda jornada, fueran grabados de manera apresurada y sin cobertura de otras posiciones de cámara. Mi trabajo como director puede no haber sido óptimo, en especial en lo que concierne a dirigir a los actores, tenía una idea de cómo quería hagan sus acciones y de qué manera dijeran sus líneas pero me fue complicado ponerlo en palabras. Si bien en el rodaje pudimos grabar todos los planos que teníamos planeados sentía que el proceso de rodaje había sido una ligera decepción, a la cual me atribuía la culpa tanto por mi capacidad de dirección como por mi actitud y comportamiento negativo durante ésta instancia.

Durante el montaje lo más complicado, inesperadamente, fue la duración, hasta la instancia de pre-entrega no pudimos cortar el video a los 7 minutos establecidos, si bien hay abundantes tiempos muertos que pueden ser resumidos, este proyecto más climático que otra cosa depende de ellos, por lo cual encontrar ese balance entre el tiempo muerto que construye la atmósfera y el tiempo muerto que gasta su bienvenida fue un asunto complicado. Otro desafío fue el de la banda de sonido, de la cual este proyecto depende bastante en la construcción de clima, ya que éste fue un aspecto no muy pensado en la etapa de pre producción, aunque creo que logramos solucionarlo.

viernes, 19 de julio de 2019

Pop! (Título en progreso)


La ciudad de Pergamino, más allá de un equipo de fútbol de tercera categoría y uno que otro candidato presidencial, no es conocida por muchas cosas, es un pueblo pequeño en medio del campo, y como en tantos otros pueblos pequeños hay una mayor sensación de familiaridad entre sus habitantes. En esa situación surgen figuras que acaban siendo conocidas por todo el pueblo como una especie de celebridad local.
 Aquí entra Luciano, el pochoclero. Comenzó como un vendedor cualquiera con un pequeño carrito en una plaza, pero su alegría contagiosa junto con sus parlantes reproduciendo música de cuarteto a todo volumen lo convirtió en un ícono sinónimo de la ciudad tanto como para chicos como para grandes. Por desgracia una enfermedad llevó a su trágica muerte el año pasado. Sin embargo su negocio no sufriría el mismo destino gracias a su hermano Fabián, quien decidió no sólo mantener viva su imagen sino su actitud tan querible con los clientes.

 Este documental buscará no sólo mostrar un día de trabajo de un vendedor de pochoclos, también tratará de dar indicios de esta historia de trasfondo. El plan consistirá de una división tripartita:
 La primera parte mostrará breve material de archivo de Luciano previo a la placa titular como modo de presentar al personaje, una vez presentado el título su imagen será reservada a retratos e ilustraciones del mismo con la intención de connotar su ausencia.
 La segunda parte mostrará un fragmento de la vida familiar de Fabián y su padre para tanto para atestiguar como lidian con la ausencia de Luciano como para mostrar la vida que Fabián tiene fuera de su trabajo. En esta parte también se seguirá el camino de Fabián hacia su puesto de venta y el armado de su carrito.
 La tercera parte mostrará la interacción entre Fabián y sus clientes, capturando distintos eventos tales como, según lo observado en un primer reconocimiento, Fabián regalando una bolsa de pochoclos a niños carenciados o niños bailando la música reproducida en los parlantes de su carrito. Con esta parte se buscará transmitir no sólo la rutina del negocio que es la venta de pochoclos sino también la idea de mantener el recuerdo de Luciano vivo.




miércoles, 10 de julio de 2019

Reflexiones sobre el proyecto


Reflexión personal


 El trabajo de set fue una muy útil primera experiencia del proceso de creación de una pieza audiovisual, desde la concepción de la idea hasta la finalización del montaje.
 Desde el principio del trabajo, el cual consistió en un “pitch” de ideas para el cortometraje, se notó la gran importancia de tener bien clara y desarrollada la idea principal en cual basarla, e incluso cuando ésta ya está elegida  se pudo apreciar los radicales cambios que ésta puede llegar a sufrir viendo como originalmente la obra iba a tratarse del monólogo de un hombre hacia el cadáver de su presunta esposa y acabó siendo la historia de un matrimonio al borde del quiebre en tan solo el transcurso de una semana.

  Trabajar en el departamento sonoro en ésta etapa de preproducción fue un poco engañoso ya que nuestras propuestas se verían aplicadas sobre todo al periodo posterior al rodaje y por lo tanto no podríamos saber con absoluta seguridad si lo propuesto estaría bien aplicado al corto hasta mucho después. Durante el proceso de preproducción también se pudo valorar lo entrelazados que están todos los departamentos, especialmente en este caso siendo una pieza de época de la década de 1950, y cuánto uno afecta al otro, tal como la utilería utilizada por el departamento de arte afecta la banda sonora o el movimiento de cámara del departamento de fotografía afectará el movimiento del microfonista.

 Una vez llegado  el rodaje la complicación más grande fue la administración del tiempo, incluso tomando haciendo preparativos previos a la hora del inicio las seis horas disponibles no nos fueron suficientes para completar la grabación de todos los planos, principalmente por subestimar la demora que conlleva el armado del set, lo cual pone en perspectiva no sólo la gran cantidad de tiempo que se le debe dedicar al rodaje sino también a la planeación que se le debe dar; aunque un rasgo positivo del grupo fue que las seis horas continuas de constante trabajo no significaron una baja de moral o de voluntad grupal, hasta el último minuto todos estuvieron dispuestos a completar todo lo debido incluso si esto no acabó lográndose.
  En el departamento sonoro lo más complicado, como era de esperarse, fue el tema de las condiciones más que nada por el ruido que provenía de unos ventiladores, aún así se pudo capturar el diálogo de los actores de manera inteligible. Como microfonista había subestimado el peso de la caña junto con el micrófono, si bien en algunos planos pude grabar el sonido por debajo del cuadro hubo casos en el que esa técnica no era posible ya que interrumpía el movimiento de los actores, por lo tanto capturar el sonido del plano sin entrar en cuadro fue un desafío por sobre todo físico el cual por suerte pudo ser superado.
 El no poder grabar todos los planos resultó frustrante para todo el equipo, pero viendo el progreso que se está haciendo en montaje tenemos la confianza de que se podrá superar ese bache.

 En conclusión sabía que la creación de una pieza audiovisual desde 0 no sería fácil y ésta experiencia confirmó la complejidad de ese proceso, aún así debo de agradecer estar en un equipo que se dedicó no sólo a que este cortometraje sea realizado sino también a que sea algo de lo que podamos sentirnos orgullosos de haber hecho.