viernes, 19 de julio de 2019

Pop! (Título en progreso)


La ciudad de Pergamino, más allá de un equipo de fútbol de tercera categoría y uno que otro candidato presidencial, no es conocida por muchas cosas, es un pueblo pequeño en medio del campo, y como en tantos otros pueblos pequeños hay una mayor sensación de familiaridad entre sus habitantes. En esa situación surgen figuras que acaban siendo conocidas por todo el pueblo como una especie de celebridad local.
 Aquí entra Luciano, el pochoclero. Comenzó como un vendedor cualquiera con un pequeño carrito en una plaza, pero su alegría contagiosa junto con sus parlantes reproduciendo música de cuarteto a todo volumen lo convirtió en un ícono sinónimo de la ciudad tanto como para chicos como para grandes. Por desgracia una enfermedad llevó a su trágica muerte el año pasado. Sin embargo su negocio no sufriría el mismo destino gracias a su hermano Fabián, quien decidió no sólo mantener viva su imagen sino su actitud tan querible con los clientes.

 Este documental buscará no sólo mostrar un día de trabajo de un vendedor de pochoclos, también tratará de dar indicios de esta historia de trasfondo. El plan consistirá de una división tripartita:
 La primera parte mostrará breve material de archivo de Luciano previo a la placa titular como modo de presentar al personaje, una vez presentado el título su imagen será reservada a retratos e ilustraciones del mismo con la intención de connotar su ausencia.
 La segunda parte mostrará un fragmento de la vida familiar de Fabián y su padre para tanto para atestiguar como lidian con la ausencia de Luciano como para mostrar la vida que Fabián tiene fuera de su trabajo. En esta parte también se seguirá el camino de Fabián hacia su puesto de venta y el armado de su carrito.
 La tercera parte mostrará la interacción entre Fabián y sus clientes, capturando distintos eventos tales como, según lo observado en un primer reconocimiento, Fabián regalando una bolsa de pochoclos a niños carenciados o niños bailando la música reproducida en los parlantes de su carrito. Con esta parte se buscará transmitir no sólo la rutina del negocio que es la venta de pochoclos sino también la idea de mantener el recuerdo de Luciano vivo.




miércoles, 10 de julio de 2019

Reflexiones sobre el proyecto


Reflexión personal


 El trabajo de set fue una muy útil primera experiencia del proceso de creación de una pieza audiovisual, desde la concepción de la idea hasta la finalización del montaje.
 Desde el principio del trabajo, el cual consistió en un “pitch” de ideas para el cortometraje, se notó la gran importancia de tener bien clara y desarrollada la idea principal en cual basarla, e incluso cuando ésta ya está elegida  se pudo apreciar los radicales cambios que ésta puede llegar a sufrir viendo como originalmente la obra iba a tratarse del monólogo de un hombre hacia el cadáver de su presunta esposa y acabó siendo la historia de un matrimonio al borde del quiebre en tan solo el transcurso de una semana.

  Trabajar en el departamento sonoro en ésta etapa de preproducción fue un poco engañoso ya que nuestras propuestas se verían aplicadas sobre todo al periodo posterior al rodaje y por lo tanto no podríamos saber con absoluta seguridad si lo propuesto estaría bien aplicado al corto hasta mucho después. Durante el proceso de preproducción también se pudo valorar lo entrelazados que están todos los departamentos, especialmente en este caso siendo una pieza de época de la década de 1950, y cuánto uno afecta al otro, tal como la utilería utilizada por el departamento de arte afecta la banda sonora o el movimiento de cámara del departamento de fotografía afectará el movimiento del microfonista.

 Una vez llegado  el rodaje la complicación más grande fue la administración del tiempo, incluso tomando haciendo preparativos previos a la hora del inicio las seis horas disponibles no nos fueron suficientes para completar la grabación de todos los planos, principalmente por subestimar la demora que conlleva el armado del set, lo cual pone en perspectiva no sólo la gran cantidad de tiempo que se le debe dedicar al rodaje sino también a la planeación que se le debe dar; aunque un rasgo positivo del grupo fue que las seis horas continuas de constante trabajo no significaron una baja de moral o de voluntad grupal, hasta el último minuto todos estuvieron dispuestos a completar todo lo debido incluso si esto no acabó lográndose.
  En el departamento sonoro lo más complicado, como era de esperarse, fue el tema de las condiciones más que nada por el ruido que provenía de unos ventiladores, aún así se pudo capturar el diálogo de los actores de manera inteligible. Como microfonista había subestimado el peso de la caña junto con el micrófono, si bien en algunos planos pude grabar el sonido por debajo del cuadro hubo casos en el que esa técnica no era posible ya que interrumpía el movimiento de los actores, por lo tanto capturar el sonido del plano sin entrar en cuadro fue un desafío por sobre todo físico el cual por suerte pudo ser superado.
 El no poder grabar todos los planos resultó frustrante para todo el equipo, pero viendo el progreso que se está haciendo en montaje tenemos la confianza de que se podrá superar ese bache.

 En conclusión sabía que la creación de una pieza audiovisual desde 0 no sería fácil y ésta experiencia confirmó la complejidad de ese proceso, aún así debo de agradecer estar en un equipo que se dedicó no sólo a que este cortometraje sea realizado sino también a que sea algo de lo que podamos sentirnos orgullosos de haber hecho.

Segunda propuesta sonora



Segunda propuesta

Con la evolución y los cambios aplicados a la propuesta también cambia la banda sonora que esta deberá disponer. Lo que antes se trataba de un hombre haciendo un monólogo al cadáver de una mujer que él asesinó se convirtió en la historia de un matrimonio en decadencia entre un hombre que busca un trabajo que no puede conseguir y una mujer sumisa que trata de reactivar el amor que ya se ha perdido.

 En el aspecto sonoro hay dos elementos fundamentales a la construcción del relato, uno de ellos siendo el momento en que los personajes encienden la radio y el momento del apagón. Cuando se enciende la radio se deberá elegir una canción que cumpla dos funciones, la de ambientar la escena en la época de los años 50 y la de contribuir al clima construido en el cortometraje; mientras que durante el apagón se deberá lograr este mismo efecto, ambientar la escena, en este caso en lo que debería ser un complejo de departamentos en medio de la ciudad, y de contribuir, tanto por analogía como por contraste, a la atmósfera presente. Respecto a la radio lo más adecuado sería una pieza musical al estilo de Frank Sinatra, por decir un ejemplo, cuyas letras y musicalidad correspondan a la atmósfera dramática y melancólica de la escena. En lo que conlleva al apagón, siguiendo ese sentido de correspondencia al clima escénico sería adecuado tener de fondo sonidos ligados al conflicto hogareño que se pueden encontrar detrás de las paredes adyacentes como el llanto de un bebé, la discusión entre dos vecinos o simplemente el ladrido de un perro.

Propuesta sonora 1



Primer Propuesta

En la propuesta inicial, la cual consiste en el personaje de Alberto esencialmente haciendo un monólogo a una figura femenina la cual se revela que es un cadáver que presuntamente él había matado, una de las principales herramientas que se deben trabajar es la del silencio. Para esto es importante marcar el sonido de todas las acciones que ejecutara Alberto, en especial sus pasos, para lo cual pensamos que es mejor establecer un piso de madera para que el sonido de sus zapatos sea claro y marcado. Como sonidos de fondo en el interior de la habitación se pensó en el sonido de las agujas de un reloj de pared, no solo para marcar el silencio del interior sino también como recurso de tensión en el build-up a la revelación final.

Una de las complicaciones que se presentarían a la hora del rodaje es el asunto de que Alberto no estaría usando una camisa, por lo tanto el uso de un micrófono Lavallier (o corbatero) se dificultaría al no poder esconderlo de la cámara. Para circuncidar este inconveniente se consideraría descartar el uso de corbatero y seguir minuciosamente todos los movimientos y líneas de diálogo de Alberto.

Propuesta Inicial Trabajo Práctico 3

Propuesta/Idea


La idea propuesta al inicio del proyecto consistía en una escena donde el personaje de Luis (M, 20) llega a su hogar, pulcro y bien iluminado, y ve a Zoe (F, 20) sentada en su sillón. Luego de ir a su cocina se ve una transformación en Luis y su hogar; él pasa a tener una imagen descuidada al quitarse los pantalones y dejar su bigote manchado de chocolate y su casa ya no es el lugar limpio e iluminado del principio, sino un chiquero oscuro lleno de basura, una habitación propia de un acumulador. La historia termina con Luis, solo, sentado en su sillón tratando de hablar con el espacio donde antes estaba Zoe.

En esta propuesta trataba de impulsar dos lecturas posibles. En una de ellas la primera mitad de la historia mostraría la vida que Luis desea tener, una vida ordenada e iluminada acompañado de alguien que lo quiere, y la segunda mitad muestra la vida que tiene en realidad, víctima de su propio descuido, sin una luz a la vista y solo, sin nadie que lo ame, ni siquiera el mismo. La segunda lectura es similar con la principal diferencia de que el principio muestra al espectador la vida que Luis una vez tuvo y la transformación de su persona y su entorno marca esa vida abandonándolo siendo el incapaz de seguir adelante y aferrándose a un pasado al que desea retornar.