Segunda propuesta
Con la evolución y los cambios aplicados a la propuesta
también cambia la banda sonora que esta deberá disponer. Lo que antes se
trataba de un hombre haciendo un monólogo al cadáver de una mujer que él asesinó
se convirtió en la historia de un matrimonio en decadencia entre un hombre que
busca un trabajo que no puede conseguir y una mujer sumisa que trata de
reactivar el amor que ya se ha perdido.
En el aspecto
sonoro hay dos elementos fundamentales a la construcción del relato, uno de
ellos siendo el momento en que los personajes encienden la radio y el momento
del apagón. Cuando se enciende la radio se deberá elegir una canción que cumpla
dos funciones, la de ambientar la escena en la época de los años 50 y la de
contribuir al clima construido en el cortometraje; mientras que durante el
apagón se deberá lograr este mismo efecto, ambientar la escena, en este caso en
lo que debería ser un complejo de departamentos en medio de la ciudad, y de
contribuir, tanto por analogía como por contraste, a la atmósfera presente.
Respecto a la radio lo más adecuado sería una pieza musical al estilo de Frank
Sinatra, por decir un ejemplo, cuyas letras y musicalidad correspondan a la
atmósfera dramática y melancólica de la escena. En lo que conlleva al apagón, siguiendo
ese sentido de correspondencia al clima escénico sería adecuado tener de fondo
sonidos ligados al conflicto hogareño que se pueden encontrar detrás de las
paredes adyacentes como el llanto de un bebé, la discusión entre dos vecinos o
simplemente el ladrido de un perro.
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