miércoles, 10 de julio de 2019

Reflexiones sobre el proyecto


Reflexión personal


 El trabajo de set fue una muy útil primera experiencia del proceso de creación de una pieza audiovisual, desde la concepción de la idea hasta la finalización del montaje.
 Desde el principio del trabajo, el cual consistió en un “pitch” de ideas para el cortometraje, se notó la gran importancia de tener bien clara y desarrollada la idea principal en cual basarla, e incluso cuando ésta ya está elegida  se pudo apreciar los radicales cambios que ésta puede llegar a sufrir viendo como originalmente la obra iba a tratarse del monólogo de un hombre hacia el cadáver de su presunta esposa y acabó siendo la historia de un matrimonio al borde del quiebre en tan solo el transcurso de una semana.

  Trabajar en el departamento sonoro en ésta etapa de preproducción fue un poco engañoso ya que nuestras propuestas se verían aplicadas sobre todo al periodo posterior al rodaje y por lo tanto no podríamos saber con absoluta seguridad si lo propuesto estaría bien aplicado al corto hasta mucho después. Durante el proceso de preproducción también se pudo valorar lo entrelazados que están todos los departamentos, especialmente en este caso siendo una pieza de época de la década de 1950, y cuánto uno afecta al otro, tal como la utilería utilizada por el departamento de arte afecta la banda sonora o el movimiento de cámara del departamento de fotografía afectará el movimiento del microfonista.

 Una vez llegado  el rodaje la complicación más grande fue la administración del tiempo, incluso tomando haciendo preparativos previos a la hora del inicio las seis horas disponibles no nos fueron suficientes para completar la grabación de todos los planos, principalmente por subestimar la demora que conlleva el armado del set, lo cual pone en perspectiva no sólo la gran cantidad de tiempo que se le debe dedicar al rodaje sino también a la planeación que se le debe dar; aunque un rasgo positivo del grupo fue que las seis horas continuas de constante trabajo no significaron una baja de moral o de voluntad grupal, hasta el último minuto todos estuvieron dispuestos a completar todo lo debido incluso si esto no acabó lográndose.
  En el departamento sonoro lo más complicado, como era de esperarse, fue el tema de las condiciones más que nada por el ruido que provenía de unos ventiladores, aún así se pudo capturar el diálogo de los actores de manera inteligible. Como microfonista había subestimado el peso de la caña junto con el micrófono, si bien en algunos planos pude grabar el sonido por debajo del cuadro hubo casos en el que esa técnica no era posible ya que interrumpía el movimiento de los actores, por lo tanto capturar el sonido del plano sin entrar en cuadro fue un desafío por sobre todo físico el cual por suerte pudo ser superado.
 El no poder grabar todos los planos resultó frustrante para todo el equipo, pero viendo el progreso que se está haciendo en montaje tenemos la confianza de que se podrá superar ese bache.

 En conclusión sabía que la creación de una pieza audiovisual desde 0 no sería fácil y ésta experiencia confirmó la complejidad de ese proceso, aún así debo de agradecer estar en un equipo que se dedicó no sólo a que este cortometraje sea realizado sino también a que sea algo de lo que podamos sentirnos orgullosos de haber hecho.

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